Este sitio tiene una pared grabada con motivos complejos y únicos en la cordillera. Además, está escondida entre una arboleda, por lo que se encuentra protegida de cualquier posible daño.

El motivo principal es una figura humana con un cuerpo alargado, decorado con triángulos entrecruzados, y conectado con líneas simples a modo de extremidades que finalizan con círculos concéntricos que se asocian con manos y pies.

En el costado izquierdo de esta figura, hay un motivo de “cestería”, enmarcado en un rectángulo que, posiblemente, fue creado en un momento distinto al motivo principal. En el costado derecho, hay dos figuras zoomorfas cuyo cuerpo se plasma con una cuadrícula y los miembros inferiores dan la idea de movimiento, ya que los animales –aparentemente venados- están corriendo.

El motivo de los venados no se repite en ninguno de los sitios visitados a lo largo de la cordillera y podría estar asociado a una narración de la mitología indígena de la región.

Por otra parte, en el margen izquierdo de la pared, se puede observar un segundo conjunto grabado poco visible, con motivos circulares, de espirales o círculos concéntricos, que conectan con un rectángulo principal. Es difícil afirmar a qué corresponde esta representación, dado que la roca sufrió desprendimientos.

Lo mismo ocurre con el tercer conjunto iconográfico, ubicado en el margen derecho de la pared, con líneas conectadas a una representación geométrica, posiblemente análoga a la principal, con un ser humano central y un rectángulo decorado acompañándolo.

Algunos diseños de este sitio pueden corresponder con motivos de los conjuntos cerámicos sobre todo en períodos que van del 500 a.C. al 1550 d.C.